* El rey de chocolate (o religión para principiantes)
ROMA.- A mí me cuesta mucho trabajo entender la religión. Y me cuesta mucho más trabajo entender sus aposentos.
Yo no entiendo por qué el Vaticano es un gran palacio más grande que el Castillo de Chapultepec, que cualquier castillo en Berlín o que los mismos palacios de gobierno de cualquier país. ¿El que vive ahí dentro es un rey o tiene las funciones de uno?
Mi conclusión, después de haber estado ahí unos 10 minutos, fue que el Vaticano es el negocio de la fe. No es un descubrimiento, creo que muchos lo saben, pero nadie habla de ello. Los creyentes le han dado tanto poder a la Iglesia que ya nadie la puede parar tan fácil.
Un colega periodista de Italia, corresponsal, me comentaba que el Vaticano controla a cada uno de los reporteros adscritos a esa institución. ¿Cómo?, le pregunté, pues al final hay millares de escritores y reporteros sobre religión en Italia para todo el mundo y en todo el mundo. Sencillo, me contestó, tienen empleados en todo el mundo.
No extraña que haya católicos en todo el mundo, pero el término "empleados" es el que aquí destaca. Ellos son la censura. Ellos son los que, como la Stasi de la extinta República Democrática Alemana, vigilan que los "reporteros vaticanistas" hagan bien su trabajo. Y de no hacerlo bien, según mi colega, son expulsados del paraíso, así como Adán y Eva durante "la creación". Los expulsan tres meses, y si reinciden, un año, y si reinciden, dos, y si otra vez, de por vida.
Me queda claro que la consigna de Ratzinger es mantener floreciente el negocio en América Latina y en África, aunque claro, también en su natal y protestante Alemania.
Y todo se resume a lo que vi en una playera en las calles de Italia: "El Papa será alemán (o de cualquier nación), pero Dios es argentino".
Que viva el fut y que viva Diego.
Yaotzin.
Yo no entiendo por qué el Vaticano es un gran palacio más grande que el Castillo de Chapultepec, que cualquier castillo en Berlín o que los mismos palacios de gobierno de cualquier país. ¿El que vive ahí dentro es un rey o tiene las funciones de uno?
Mi conclusión, después de haber estado ahí unos 10 minutos, fue que el Vaticano es el negocio de la fe. No es un descubrimiento, creo que muchos lo saben, pero nadie habla de ello. Los creyentes le han dado tanto poder a la Iglesia que ya nadie la puede parar tan fácil.
Un colega periodista de Italia, corresponsal, me comentaba que el Vaticano controla a cada uno de los reporteros adscritos a esa institución. ¿Cómo?, le pregunté, pues al final hay millares de escritores y reporteros sobre religión en Italia para todo el mundo y en todo el mundo. Sencillo, me contestó, tienen empleados en todo el mundo.
No extraña que haya católicos en todo el mundo, pero el término "empleados" es el que aquí destaca. Ellos son la censura. Ellos son los que, como la Stasi de la extinta República Democrática Alemana, vigilan que los "reporteros vaticanistas" hagan bien su trabajo. Y de no hacerlo bien, según mi colega, son expulsados del paraíso, así como Adán y Eva durante "la creación". Los expulsan tres meses, y si reinciden, un año, y si reinciden, dos, y si otra vez, de por vida.
Me queda claro que la consigna de Ratzinger es mantener floreciente el negocio en América Latina y en África, aunque claro, también en su natal y protestante Alemania.
Y todo se resume a lo que vi en una playera en las calles de Italia: "El Papa será alemán (o de cualquier nación), pero Dios es argentino".
Que viva el fut y que viva Diego.
Yaotzin.
* El rey de chocolate (o religión para principiantes)
Reviewed by Yaotzin Botello
on
10/25/2005 05:52:00 PM
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1 comment
Era alemán el periodista que te lo comentó? Porque lo que te dijo, pega dentro de la ideología alemana. Aunque ya está tan extendida por el mundo que no me extranaría que fuese de otra nacionalidad...
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