La crisis económica de los alemanes
Los alemanes son raros.
Pero son raros por ser miedosos.
Y lo digo con autoridad porque durante la metamorfosis que tengo en Berlín yo mismo siento esos miedos. Me entran cuando menos los espero, espasmos que en el DF nunca sentí. Están ahí cuando hay que improvisar, cuando hay que cruzar la calle con el semáforo en rojo, cuando llega la oportunidad de romper una regla para hacer la vida mejor, cuando uno vive sin seguro para terceros, cuando se plantea la posibilidad de viajar a un lugar sin seguro y cuando las finanzas mundiales se van al fondo.
Y para arroparme todavía con más autoridad, el semanario Der Spiegel titula esta semana su revista como "El miedo antes del miedo".
Es justamente este miedo el que puede llevar a la quiebra a un país que está más seguro que muchos en el mundo. La crisis financiera mundial no había pegado a Alemania cuando los alemanes ya empezaban a retirar dinero de los bancos. El pánico crecía. ¿Qué le va a pasar a mis ahorros? Se preguntaban. Y aunque era muy claro que las cuentas de ahorros de la mayoría de la gente estaban seguras, empezó a haber foros económicos, cumbres, temas en la televisión, la radio y los periódicos. La gente se estaba llevando o se sigue llevando el dinero a sus almohadas. ¿Pero qué pasa si los seguros de las cuentas no son suficientes? Seguían saliendo más preguntas y seguían desatando más miedo.
Al momento que escribo estas líneas está en jaque el supuesto rescate de un banco en Alemania.
La falta de confianza, un elemento capitalista esencial, está llevando a las bolsas a una caída libre, con lo que la crisis se hace peor.
Si el miedo fuera una acción, se cotizaría cara.
No comments
Post a Comment