Alemania y sus neonazis del Este



Alemania del Este tiene una imagen terrible de neonazismo. Esta imagen llega al grado de decir “cuidado con ir al Este”. Y entre la gente está tan impregnada que hay casos como el de una anécdota que no me cansaré de contar: un italiano termina en el hospital y dice que unos neonazis lo atacaron en las calles de Berlín del Este (Prenzlauer Berg). Por incongruencias en sus declaraciones termina por decir la verdad, que fue que, por borracho, se cayó en las vías del metro.

Lo peor no es eso, sino que se adjudique al Este la creación de neonazis. Como si por una razón geográfica en las zonas del Este de Alemania, incluyendo Berlín, nacieran personas con botas negras y agujetas blancas, y cruces gamadas en los hombros.

Esto último se desprende de discursos de alemanes del oeste. Una reciente publicación en el Tagesspiegel, un periódico de Berlín del Oeste, se hace el vocero de este discurso argumentando con cifras que los delitos cometidos por neonazis son más en los estados del Este alemán. No sólo eso, sino que las personas que cometen esos delitos son originarios del Este.

Mi pregunta: ¿por qué los alemanes, sobre todo los del oeste, se esfuerzan en señalar al Este como culpable? ¿que no son un solo país? La reunificación alemana ocurrió hace 21 años y todo lo que suceda en el país es de una sola nación, de un solo origen.

Por si fuera poco, ¿que no el fenómeno del nazismo ocurrió antes de la división de Alemania, cuando no había ni Este ni Oeste?

El nazismo y el neonazismo es un fenómeno de todo el país y no se puede, ni se debería, de marcar una diferencia sociocultural al respecto. Los alemanes del Oeste parecen querer aliviarse con este discurso del reciente descubrimiento de la Célula de Zwickau, un trío de neonazis que cometió clandestinamente delitos, entre ellos asesinato premeditado de extranjeros, durante 13 años. Es como para decir al mundo “ah, pero nosotros (los del Oeste) no fuimos”.

Lo mismo pasa en alguna ciudad alemana cuando se escucha por días la noticia de una golpiza a un anciano en una estación de metro. Todos están en vilo por tremenda violencia. Pero cuando, al quinto día la prensa dice “fueron jóvenes de origen árabe”, llega un alivio en la sociedad alemana.

La culpa se tendría que repartir entre todos. Si hay pobreza en los “nuevos estados”, como eufemísticamente se llama a los cinco estados del Este de Alemania, o si hay un desempleo más alto, o si los alemanes del este “depositan” más tiempo a sus hijos en el kindergarten desposeyéndolos así de tiempo familiar, eso no es un mal genético del Este que genere neonazis.

Si hay que dividir culpas, la Célula de Zwickau se desarrolló en el Oeste, cometió la mayoría de sus delitos en el Oeste y fue la justicia del Oeste la que se hizo de la vista gorda.

Este lunes se revela un intercambio epistolar entre el vocero de Kristina Schröder, ministra de Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud de Alemania, y el redactor del diario Neues Deutschland, un diario calificado de comunista. El intercambio de opiniones se debió a que en un folleto educacional, firmado por la ministra, se dice que hay que luchar contra el extremismo de izquierda fomentado, entre otros, por medios como el Neues Deutschland.

Quizás Alemania tendría que comenzar por dirigir, federalmente, campañas contra el extremismo de derecha y aceptar que tienen un problema político y sociodemográfico que no han podido resolver desde la caída del Tercer Reich.
Alemania y sus neonazis del Este Alemania y sus neonazis del Este Reviewed by Yaotzin Botello on 12/12/2011 10:20:00 AM Rating: 5

8 comments

Mariam said...

Estoy de acuerdo en que los del Oeste se lavan un poco las manos con respecto al asunto y acusan a los del este del problema.

PERO:

Alemania era un solo país antes del fin de la guerra (cuando nació el nazismo), y volvió a ser un país hace 21 años. En que momento se reafirmó(/renació/o acaso nunca desapareció) el neonazismo?

Hay 41 años de separación que si hacen "una" diferencia y en ese tiempo han nacido al menos dos generaciones de personas que hoy aún están vivas. Yo siento una diferencia marcada entre personas del este y del oeste (he vivido 4 años solo en el oeste) que hoy tienen una edad promedio de 50 años. Las del este hablan de la "desigualdad". Claro que para mi (peruana de una generación de país en guerra por las injusticias sociales) el término desigualdad social/injusticia tiene otros estándares y en Alemania suelo relativizarlo, porque no veo "razones aparentes" para quejarse...

Y también tengo el desagrado de comentar que fui "asustada" por pelados embotados vestidos de negro en una estación de tren cerca de Schwerin (no recuerdo el nombre, fue en el 2007, cuando estaba recién llegada). Debo asumir que el mío es un hecho aislado y que todos los hechos no míos son también aislados y no responden a un patrón de comportamiento espacial? Es difícil eso.

Estuve mirando los resultados electorales (solo de Berlin), y el NPD consigue más del 10% solamente en los pueblos del este (sobretodo Marzahn y aledaños). En Mecklenburg Vorpommern consiguieron hasta el 15%. Y en Dresden los embotados caminan libremente y en grupo por el Bahnhof. Mira los resultados de Colonia. Allá no pasa nada.

Yo ya no se qué pensar.

Anonymous said...

Se me olvido contarte: el otro día en Hamburgo hablé con un taxista, por algo mencioné el este, y el dijo, "ah, Dunkeldeutschland", la Alemania oscura. Mucha gente decia esto en las noventas. Las noventas nunca terminarón.
Gracias por el texto.
W.

Yaotzin Botello said...

No creo que todos sean hechos aislados, y tampoco creo que haya que minimizarlos.

Tampoco dudo que en el Este haya habido ataques.

Sólo no creo que todo sea un hecho exclusivo del Este. Es algo que pasa también en el Oeste del país. En ataques en el Oeste ha habido más muertos, muchos de ellos extranjeros. Con este comentario no quiero avivar las diferencias que se crean para este fenónemo, sólo es un ejemplo.

Muchos hechos como la división alemana, pero también el capitalismo, podrían ser causa de una reafirmación o resurgimiento de los nazis o de los neonazis.

Y si nos quedamos con toda la culpabilidad del Este, al final hasta la culpa se la podríamos echar a los rusos, así como Putin ahora hizo algo similar mencionando a Estados Unidos para las revueltas que acaba de tener (claro que él no podría tener la culpa).

En fin, gracias por alimentar la reflexión.

Mariam said...

Quizá este neo-fenómeno se debe a que el capitalismo del oeste no combina para nada con la educación comunista/"igualitaria"/"klassenlos" de la antigua DDR en la que nadie tenía más que nadie. Nadie pensó en eso cuando hicieron caer el muro.

Hay que esperar que las generaciones que hacían la pila todas juntas en la Kinderkrippe :P terminen su existencia naturalmente y que las que vienen entiendan que el capitalismo es la regla de la selección natural y así dejen de esperar que el estado les resuelva todos sus problemas. Y eso también va para los extranjeros que se aprovechan del estado alemán.

Yaotzin Botello said...

Mmm, me temo que no entiendo eso de que hay que esperar a que las generaciones del kindergarten deban desaparecer. ¿No es eso como desear la extinci¿on de un grupo de personas? Haz alguien que llevó eso a la práctica, justo en este país, y no le fue bien.

¿Y eso de que el capitalismo es la selección natural? Yo creo que es una selección más humana que otra cosa. Es una de las más globalizadas y es en la que muchos de nosotros crecimos, pero eso no la hace "natural" ni, mucho menos, la mejor.

Wiebke said...

Siendo una persona que crecio yendo a la Kinderkrippe y al Kindergarten en la RDA, sólo puedo decir que comentarios como el segundo de Mariam me asustan. Somos muchas personas, y jovenes, ¿y hay que esparar que terminemos nuestras existencias?, ¿naturalmente, por lo menos?
Que estupidez.

Mariam said...

Uyyy! Perdón, solo pasaba por aquí para ver las reacciones a mi comentario :(
Pero no quería ser agresiva, y a lo que me refería es que es una cuestión de tiempo y no a que haya que exterminarlos (por favor!), sino a dejar que el tiempo se encargue de dar paso a otros pensamientos! Y eso solo sucederá cuando vengan otras generaciones (acaso eso no es desaparecer naturalmente?)
En el museo de la DDR vi que los niños iban a hacer la pila todos juntos y por eso hablé lo del Kinderkrippe.
En fin a veces me salen mal los chistes, o como se dice me sale el tiro por la culata.
Yo leo mucho sobre evolución, selección natural, darwinismo social, capitalismo, explosión gay, depresión, males modernos, y esos temas que implican el cambio de la humanidad (social y genético) y si creo que la naturaleza se defiende de nosotros. Y el capitalismo es una forma.
Me disculpo si herí sus sentimientos (no hay intención) y prometo ser más cauta, o no comentar mientras trabajo :S
Un saludo

Anonymous said...

El mundo está conmovido por una espiral de numerosos episodios de grave violencia practicados por los fanáticos grupos neonazis. Es cierto que la realidad actual no se compara a la que tuvo el mundo en los años 30 y 40 del siglo pasado, pero en América existen antisociales que impulsan y organizan una violencia sanguinaria. Ahora no existe la crisis económica y política que precedió al gran desastre de la Segunda Guerra Mundial, pero también hay quienes aprovechan la crisis social y la carencia de planes de desarrollo democrático y solidario, para fomentar la violencia del racismo, odio al extranjero, al judío o a cualquiera cuya identidad cultural no sea compatible con el objeto de su odio. Hoy no se siente un real peligro neofascista y menos una república neonazi, pero los hechos demuestran a un grupo de antisociales ambicionando poder. Tengamos presente la existencia en América Latina de una juventud minoritaria que carece de modelos de identidad solidaria y democrática, entregándose fanáticamente, en el caso del Perú, al violento liderazgo de los nazis Víctor Baca Minetti y Ricardo de Spirito Balbuena, a la tenebrosa simbología, analgesia moral, conmoción social en determinados sectores e incluso la pasividad cómplice ante situaciones de flagrante injusticia como ha sucedido en algunas recientes agresiones y asesinatos. Vemos desconcertados la ausencia de reacción comprometida con la ayuda a la víctima, o la existencia de gentes tatuadas con la esvástica que hacen publicaciones con alarmantes consignas, ideas fijas y simbología nazi; desadaptados que adoctrinan a jóvenes de trece a quince años y grupos que marcan un territorio del odio a base de golpes con bates de beisbol, puntapiés y la norma dominante que obliga la obediencia ciega al cabecilla. Sin embargo, lo más grave del problema es la indiferencia de las autoridades ante este grave riesgo y su incapacidad para hacerle frente, así como la ineptitud de quienes alientan en sus prácticas y discursos el descrédito de las instituciones democráticas. Hoy día la lucha por la libertad, la igualdad y la fraternidad tiene un importante espacio en la Constitución y en el Código Penal, pero todavía falta que cada uno de nosotros ocupe su lugar para evitar usuarios del odio, violencia e intolerancia. Es necesario prevenir mediante la educación de una real convivencia de solidaridad cívica, al lado de políticas integradoras y socializadoras, haciendo el trabajo en equipo para revertir esta inquietante realidad.


http://cronicas-de-spectator.blogspot.com/2012/03/la-sombre-del-yunque-en-espana.html
http://diepresse.com/home/panorama/welt/731374/NeonaziMorde_Weitere-Festnahme-in-der-Schweiz
http://asalto-neonazi-a-mexico.blogspot.com/2008/10/las-dos-cabezas-de-la-hidra.html
http://www.ajuaa.com/news/shockmental/15286-Neonazis-Rusos-decapitando-Chechenio.html http://www.robertlindsay.wordpress.com/2009/09/04/neonazis-rusos-video-de-la-decapitacion/
http://www.sangre-y-plomo.com/2011/12/terroristas-decapitan-una-chica-delante.html
http://elcomercio.e3.pe/ima/0/0/0/2/5/25575.jpg
http://1.bp.blogspot.com/-jIrV-HdjBfQ/T4BnD1XnauI/AAAAAAAADfY/_M2j94aNxYw/s1600/Victor%2BBaca%2BMinetti.jpg

En las dos últimas páginas figura el führer peruano Víctor Baca Minetti con sus discípulos Javier Christian Aliaga Cornejo, Armel Alberto Torres Zen, Karen Montes Camero, Samir Euscategui Arnao, y Rene Lira Barreto; alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

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