Sauna en Berlín - Capítulo 4: La toalla, entre más colorida, mejor.
Cuando estoy en el sauna trato de ser alegre. Con tanta
desnudez lo único que uno no puede ocultar, creo, es una sonrisa. Aunque ésta
sea tímida, así nomás, pelando los dientes.
En una de mis más recientes visitas a un sauna hice eso. Estaba
yo a punto de entrar al cuarto de sauna cuando le pelé los dientes a un alemán.
Normalmente la gente responde, él no me contestó. Estábamos en la puerta de
entrada del cuarto y él, lo admito, se veía un poco perturbado. Le cedí el paso
para que entrara primero. Y en lugar de sentarse como hacíamos los que
entrábamos, él se paró enfrente de todos y, mostrándonos su bigotazo, lanzó la
pregunta: “¿alguien vio mi toalla? Yo tengo una equivocada”. Algunas personas voltearon
a ver sus toallas, una tarea difícil porque el cuarto es oscuro. En estos
momentos el arder de los carbones parecía escucharse más fuerte.
El bigotazo, digo, el alemán no tuvo éxito con su pregunta y
se salió llevando la toalla con la punta de sus dedos, como la hubiera acabado
de sacar de la basura.
Un rato después, todavía dentro del cuarto de sauna, me
pareció que una pareja de italianos llegaba a la conclusión de que tenían la
toalla en cuestión. El hombre de entre ellos dos es quien se estaba sentando en
ella. Si sus mímicas me dejan interpretar bien (y por esto agradezco mucho que
la gente se exprese más corporalmente al hablar), el hombre decía que efectivamente
esa no era su toalla, y se acercaba a los ojos una de sus puntas con las dos
manos. Redondeando los ojos y haciendo círculos de viento con una mano, la
mujer reconocía que había que regresar la toalla a su dueño. El hombre, tocando
más profusamente la toalla, contestaba que estaba ya muy sudada y que no valía
la pena dársela, que ya era muy tarde para eso.
Afuera del cuarto de sauna el hombre del bigote caminaba a
nalga desnuda. En el sauna uno está desnudo al estar en el cuarto de sauna, pero
al caminar entre el bar, los camastros, ir de sauna en sauna, uno lo hace
normalmente con bata o una toalla. En otro momento lo volví a ver y otra vez le
pelé los dientes, esta vez en señal de compasión. Ninguna reacción, y había
razón para estar enojado conmigo porque mi toalla era azul, quizás la única
azul de todo el sauna.
El güero del bigote no fue el único. Después me puse a
descansar los pies. Estaba sentado en la zona donde hay cubetas para meter los
pies en agua caliente o fría. Enfrente está uno de los cuartos de sauna, y
justo al lado un perchero, y en el perchero, sí, una serie de toallas blancas.
Me quedé pensando en cómo reconoce cada quien su toalla. En eso llegó una
pareja. No querían meterse al cuarto de sauna, se quedaron checando el
perchero. Y después de dudarlo un rato, el hombre tomó una de las toallas.
Ya no me quedé más tiempo ahí pero claramente estaba viendo a
una persona buscar su toalla después de salir del cuarto de sauna. Ojalá, sólo,
que no haya sido una de esas turistas que últimamente invaden el sauna y que
con mucho temor acceden a quitarse las prendas para estar desnudas.
Preámbulo: ¡Fuera toallas!
Capítulo 1: Un moreno desnudo en Berlín.
Capítulo 2: Miradas centrífugas.
Capítulo 3: El soplido del dragón.
Nota al pie: ¿Por qué se desnudan los alemanes?
Capítulo 5: Encuentros del tercer tipo.
Otros
capítulos de la serie "Sauna en Berlín":
Preámbulo: ¡Fuera toallas!
Capítulo 1: Un moreno desnudo en Berlín.
Capítulo 2: Miradas centrífugas.
Capítulo 3: El soplido del dragón.
Nota al pie: ¿Por qué se desnudan los alemanes?
Capítulo 5: Encuentros del tercer tipo.
Sauna en Berlín - Capítulo 4: La toalla, entre más colorida, mejor.
Reviewed by Yaotzin Botello
on
1/03/2012 03:58:00 PM
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4 comments
Wow interesante como saben cual es su toalla :D se me hizo gracioso lo del bigoton haha ... A mi me gustaria visitar Alemania o vivir alla =))). Deveras una preguntita; es cierto que los alemanes quieren mucho a los mexicanos? o que las nuevas generaciones de muchachos alemanes son mas serios? Es curiosidad que tengo hehe =)
¡Claro! Las relaciones no podrían ser mejor. Hay fascinación del uno por el otro, en ambas direcciones, y cuando esto se materializa en parejas, resulta explosivo.
Yaotzin! I was just thinking about you the other day. And so I looked you up. You are still in Berlin and still writing! Great to see...
Yaotzin! Lonnnnnng time no speak. I was just thinking about you today and decided to see if I could find your writing. And here you are. Good to see you are still at it! If you're ever in New York, you have to get in touch with me.
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