De cuando mandé el virus al caño

Thomas no lo supo, pero después de despedirme de él me fui a lavar las manos durante cinco minutos.

Estaba en el aeropuerto de Berlín, Tegel. Uno de mis empleadores me mandó a una misión kamikaze: entrevistar a viajeros provenientes de México. Buuuaa. Nunca me dieron la corresponsalía de guerra que alguna vez pedí pero ahora sí me envían a buscar y entrevistar a gente proveniente de México. ¿Qué habrá pasado por las cabezas de los editores al momento de asignarnos esta tarea?

Primero traté de zafarme de esta tarea por una cuestión de logística, pues a Berlín no llegan vuelos directos de México. Cualquier pasajero que venga del país de la gripe puerca tiene que llegar con una conexión de París, Madrid, Barcelona, Londres o Ámsterdam. De cada una de estas ciudades hay más de un vuelo de conexión. En teoría yo tenía unos 20 vuelos para examinar.

En el primero de los vuelos no vi a nadie. Me pasé a la otra llegada. De París. Vi salir a un tipo alto como una torre y moreno. No cuadraba mucho con la definición de un mexicano, pero al ver la pirámide de maletotas que traía estuve casi seguro (si era como yo, una de esas maletotas estaba llena de latas, tlacoyos, tortillas y todas esas cosas que a una madre le gusta que su hijo se lleve de viaje). "¿Hablas español?", le pregunté. "Sí, claro", me dijo, con el tono de "a güevo". No había duda, era un compatriota. Me había sacado la lotería con el segundo vuelo. Lo vi de reojo para ver si no se notaba enfermo y le pregunté directamente, antes que su nombre, "¿cómo sé que no estás enfermo?". "Pus qué no me ves?", me dijo, "¿acaso me veo enfermo?". No, pus no.

¿Cómo se distingue el virus de la influenza porcina? Mi amigo Eduardo tendrá que hacer un manual de instrucciones.

Tons le hice las preguntas y me fui.

Todo parecía normal y me dejó con el gusanito de saber más. ¿Qué carajos puede pasar en un vuelo trasatlántico donde mucha gente usa tapabocas? Son unas 10 horas de vuelo. ¿No se hablan los unos a los otros o qué? Quería saber un poco más y me fui a buscar a otro. En el mismo vuelo había llegado otro tipo de México. Era güero, traía tatuajes por todos lados, pero sombrero y botas texanas. No podía venir solo de París.

Se llama Thomas y es alemán. Me dijo que todo era todavía más normal que lo que me había contado el colega mexicano. Thomas no usó ni siquiera un tapabocas en el avión y me reprochó que los medios dan miedo. Ese es el verdadero pánico. Así fue con el SARS, me dijo. Así que detuve la entrevista. Se relajó y me platicó de sus tres meses en México. En la Costa del Golfo (el epicentro del virus puerco, pensé), el norte (donde se han descubierto otros casos, volví a pensar), el Pacífico y hasta la Península de Yucatán. Me hizo entrar en su plática diciéndome cuánto amaba a mi país y que regresaría en cualquier momento. Pero yo tenía que reportar la situación en el aeropuerto y me despedí de él. Le estreché la mano y me fui.

Le estreché la mano, me quedé pensando.

¡Le estreché la mano!

Me descontrolé, no lo pensé, me cayó bien y me quise despedir de él.

Thomas no creía en el virus, pero yo sí. Corrí al Starbucks con la mano colgando, como si me la hubiera lastimado (simplemente quería evitar contacto con el resto de mi cuerpo. Si me da el virus puerco, que sea en la manita nomás). Me quedé en el lavabo unos cinco minutos. El cliente que llegó después habrá pensado que estuve haciendo otra cosa.

Me sequé y me volví a lavar.

Si alguna vez hubo un virus en Tegel, yo lo mandé a la cañería.

Ojalá que Thomas no haga noticia.

De cuando mandé el virus al caño De cuando mandé el virus al caño Reviewed by Yaotzin Botello on 4/30/2009 01:04:00 PM Rating: 5

4 comments

Jesús González said...

Caray, ¡qué exagerado, Herr Botello! Aunque pensándolo bien la próxima vez que nos veamos te pediré que te des un remojón de manoplas en agua oxigenada antes de saludarme, no vaya a ser la de malas.

p.d. Estoy con Thomas. Por desgracia la epidemia de pánico provocada por los medios es más dañina. Pero como diría alguien más, un informador, para ser exactos: al tiempo.

C.J.

Maximiliano Graillet said...

Mas que exagerado, eres un ignorante que solo se deja llevar por la histeria que transmiten los medios, sin investigar a fondo. Tu solo recolectas informacion, pero de ahi a que adquieras y proporciones conocimiento util por medio de tus reseñas, para nada.

mabel said...

buuuuh me caias bien hasta que caiste en la paranoia colectiva... broder, si de verdad eres parte de los medios, deberias saber lo controladores que son... y has caido.. al momento de irte corriendo a lavar las manos.

yo estuve en mex el fin de semana caotico, regresé a berlin gustoza de que nadie me haya revisado en la entrada a europa -pues obvio que esto es mas político que nada y manejo de medios como siempre- y que bueno que no te tocó entrevistarme, pues hubiera estado gacho que un compatriota' se hubiera desinfectado las manos despues de saludarme... chale no?

Yaotzin Botello said...

Bueno, pues gracias por los comentarios. Ora sí me destrozaron. Pero eso me ha enseñado una lección. Y prometo no salir corriendo a lavarme las manos.

Medidor