La razón de los hombres de negro
BERLÍN.- Después de unos largos días en la costa del Mar Báltico, ya estoy de nuevo en Berlín. Sigo tratando de asimilar los hechos, tanto la manera de actuar de los manifestantes agresivos como de la policía. Y, claro, también de los medios. Al final, gracias a los medios de informaicón uno sabe lo que pasa en un lugar ¿no?
El problema es que mientras algunos periodistas se estaban dando masajes en la playa del Centro de Prensa en Kühlungsborn, en Rostock había una cumbre alternativa, una cumbre que proponía tratar los "verdaderos" problemas mundiales. Parece que no es la primera vez que lo hacen, pero para mí era novedoso. Después de que inició esta cumbre, un día antes de la Cumbre del G-8, es decir el martes 5 de junio, no volví a saber nada de ella. ¿No le interesó a nadie? Lo único que yo recuerdo haber leído cada día era, 1.- la violencia, 2.- los temas de la cumbre, ya sea África o medio ambiente, 3.- la Cumbre misma con el arribo de todos los jefes de Estado y de Gobierno. Nada más. Yo con mucho gusto me hubiera encargado de darle mayor cobertura, pero mi periódico tenía otra agenda. Además yo era el único que estaba cubriendo la Cumbre del G-8 mientras que otros periódicos del primer mundo tenían asignados a un reportero para la parte diplomática, otro para las manifestaciones y otro para temas especiales. Yo tenía que hacer los tres. De locos.
Y claro que no me dio tiempo ni de reservar un masaje en la playa. Chale.
Pero, bueno, como decía, trato de asimilar las cosas. La otra vez que llegué a Berlín estaba platicando con un amigo. Él me cuestionaba un poco molesto sobre la razón que habrían tenido los hombres de negro, los del llamado Schwarzer Block, para ser violentos, tirar piedras, botellas o incendiar autos y romper cristales. Y me dijo ¿es que no pueden entender que así no lograrán nada? Y le dije, no, no lo creen. Ellos sólo creen que con violencia pueden llamar la atención, ¿para qué? sepa la bola. Ni ellos mismos lo saben. Al día siguiente se buscan en un periódico para ver si aparecen en una foto con una pose griega tirando una roca.
Estamos hablando de personas de entre 18 y 25 años de edad que han tomado las armas para darse a conocer. Muchos dicen no creer en el diálogo, lo que creo que sería su explicación más lógica y mejor argumentada. De ahí en fuera no pueden articular ninguna otra frase. Y la verdad es que tampoco espero que lo hagan. Ellos tienen sus motivos y punto. Y por algo los organizadores de las manifestaciones los dejan entrar a participar.
Este martes en el Berliner Zeitung aparece un artículo sobre un tipo que participó vestido de negro. El reportero lo entrevista junto con su familia. Los confronta. La familia queda al final preocupada de que él pueda hacerse más radical. Él comienza montando ballenitas con Greenpeace, o algo así, y ya ahora forma parte del Bloque Negro. El artículo está en alemán y es un poco largo para traducirlo, así que sólo dejo la liga de él para leerlo directamente en el sitio del periódico. Lo siento mucho por lo que no lean alemán. Bajo petición podría considerar hacer un resumen en español.
Yaotzin.
El problema es que mientras algunos periodistas se estaban dando masajes en la playa del Centro de Prensa en Kühlungsborn, en Rostock había una cumbre alternativa, una cumbre que proponía tratar los "verdaderos" problemas mundiales. Parece que no es la primera vez que lo hacen, pero para mí era novedoso. Después de que inició esta cumbre, un día antes de la Cumbre del G-8, es decir el martes 5 de junio, no volví a saber nada de ella. ¿No le interesó a nadie? Lo único que yo recuerdo haber leído cada día era, 1.- la violencia, 2.- los temas de la cumbre, ya sea África o medio ambiente, 3.- la Cumbre misma con el arribo de todos los jefes de Estado y de Gobierno. Nada más. Yo con mucho gusto me hubiera encargado de darle mayor cobertura, pero mi periódico tenía otra agenda. Además yo era el único que estaba cubriendo la Cumbre del G-8 mientras que otros periódicos del primer mundo tenían asignados a un reportero para la parte diplomática, otro para las manifestaciones y otro para temas especiales. Yo tenía que hacer los tres. De locos.
Y claro que no me dio tiempo ni de reservar un masaje en la playa. Chale.
Pero, bueno, como decía, trato de asimilar las cosas. La otra vez que llegué a Berlín estaba platicando con un amigo. Él me cuestionaba un poco molesto sobre la razón que habrían tenido los hombres de negro, los del llamado Schwarzer Block, para ser violentos, tirar piedras, botellas o incendiar autos y romper cristales. Y me dijo ¿es que no pueden entender que así no lograrán nada? Y le dije, no, no lo creen. Ellos sólo creen que con violencia pueden llamar la atención, ¿para qué? sepa la bola. Ni ellos mismos lo saben. Al día siguiente se buscan en un periódico para ver si aparecen en una foto con una pose griega tirando una roca.
Estamos hablando de personas de entre 18 y 25 años de edad que han tomado las armas para darse a conocer. Muchos dicen no creer en el diálogo, lo que creo que sería su explicación más lógica y mejor argumentada. De ahí en fuera no pueden articular ninguna otra frase. Y la verdad es que tampoco espero que lo hagan. Ellos tienen sus motivos y punto. Y por algo los organizadores de las manifestaciones los dejan entrar a participar.
Este martes en el Berliner Zeitung aparece un artículo sobre un tipo que participó vestido de negro. El reportero lo entrevista junto con su familia. Los confronta. La familia queda al final preocupada de que él pueda hacerse más radical. Él comienza montando ballenitas con Greenpeace, o algo así, y ya ahora forma parte del Bloque Negro. El artículo está en alemán y es un poco largo para traducirlo, así que sólo dejo la liga de él para leerlo directamente en el sitio del periódico. Lo siento mucho por lo que no lean alemán. Bajo petición podría considerar hacer un resumen en español.
Vater, Mutter, Schwarzer Block
"Wir zittern, wenn er zur Demo geht" - Die Eltern sind Zehlendorfer Bürger, der Sohn zieht mit den Autonomen zum G8-Gipfel und wird verhaftet
Frank Junghänel
BERLIN. Am Ende seiner Rostocker Woche bleibt Dirk Vieting* nichts weiter übrig, als schmutzige Wäsche zu waschen. Es ist schwarze Wäsche, die seine Mutter Kristina sorgfältig auf dem Trockner im Garten ausgebreitet hat, einem kleinen Stück Grün hinter einem Reihenhaus im Stadtteil Zehlendorf. Pflanzen und Blumentöpfe, wohin man tritt, jedes Fleckchen Erde wird bewirtschaftet, auf dem Tisch stehen Plätzchen, selbst gebacken, mit Zuckerguss belegt. Nun flattert dort also schwarze Garderobe, die so gar nicht in diese friedliche Atmosphäre zu gehören scheint; ein Kapuzenshirt, eine Hose mit Seitentaschen, ein paar T-Shirts, der Rest liegt noch nass in der Plastikschüssel. Es sind die Sachen, die Dirk bei seiner Reise zu den Protesten gegen den G8-Gipfel getragen hat. Man muss sagen,
es ist sein Kampfanzug - oder sein Kostüm, je nach Sichtweise. Weiter/Continuar.
Yaotzin.
La razón de los hombres de negro
Reviewed by Yaotzin Botello
on
6/12/2007 10:13:00 AM
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1 comment
Hola hola estimadísimo!
Lucas, de "Cartas" estuvo en la cumbre alternativa, participó en ella. Y ha escrito ya algo, aunque queremos que escriba más. Tal vez te interesa...
En mi blog traduje una entrevista que el Süddeutsche le hizo a una de estas personas... a un hombre de negro.
"18 y 25", eso sería en otros países, no te olvides que, por el envejecimiento de la población... yo diría que la edad fluctúa entre los 20 y los 35...
Un abrazo!
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